Semana 5: Roto y Bendecido

1. ROTO Y BENDECIDO

 

“Si sois vituperados por el nombre de Cristo, bienaventurados sois, porque el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros. Por parte de ellos Él es blasfemado, pero por parte de ustedes Él es glorificado”. 1 Pedro 4:14 (NVI)

 

El Espíritu y la gloria de Dios descansarán sobre los que sufren por Su nombre. Uno de los propósitos de nuestro sufrimiento es profundizar nuestra relación con Dios, haciéndola más real e íntima en lugar de superficial.

 

Cuando nos convertimos en vasos rotos, la vida de Cristo toma el control y Su santidad y amor fluyen a través de nosotros, y tenemos intimidad con Él. Cuando eso sucede, no buscamos el reconocimiento, la gloria ni el honor de las personas, solo queremos estar en nuestro cuarto interior y orar a nuestro Padre Celestial.

 

 

2. DESCANSO Y PAZ

 

• “'…No entrarán en Mi reposo.' Por tanto, resta que algunos entren en ella, y aquellos a quienes se les predicó primero no entraron por causa de su desobediencia…” Hebreos 4:5-6 (RVR1960)

 

• “Hoy, si oyereis Su voz, No endurezcáis vuestros corazones.” Hebreos 3:15 (NVI)

 

• No podemos entrar en el reposo del Padre si tenemos dureza, amargura, rechazo u orgullo. Si no tratamos con nosotros mismos, estaremos en constante preocupación y no tendremos paz.

 

ORA: Padre Celestial, deseamos tener una relación más profunda e íntima contigo. Por favor, haz que nuestros corazones sean suaves y flexibles para que escuchemos Tu voz y experimentemos Tu paz. Amén.

 

 

3. ROTO

 

En Éxodo 12, Dios instruyó a Su pueblo a poner sangre en los postes de las puertas para protegerlos la noche en que la muerte cayó sobre los egipcios. Luego los condujo a la Tierra Prometida. 

 

Dios quiere sacarnos de la carne al espíritu, de las tinieblas a su poder de resurrección, de la muerte a la vida. Pero eso solo puede suceder cuando participamos de Su quebrantamiento y sufrimiento, cuando estamos quebrantados como Él fue quebrantado.

 

“Mi sacrificio [el sacrificio aceptable] a Dios es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y contrito [quebrantado por el dolor del pecado y humilde y completamente arrepentido], oh Dios, no lo despreciarás”. Salmo 51:17 (LBLA)

 

 

4. ORAR LA PALABRA

 

Aparta tiempo y ora para que las naciones vean el poder de Dios a través de nuestro quebrantamiento.